domingo, 6 de noviembre de 2011

ANATOMÍA: Las orejas y el oído


Sus orejas son bastante grandes, están cubiertas exteriormente por una fina pelusa, pero carecen totalmente de pelo en el interior, en donde la piel es de color muy oscuro, casi negro. Para proteger la parte interior de las orejas, cuando duermen, las suele enrollar.

Los hámsters tienen el oído muy desarrollado. Sus grandes orejas les permiten oír el menor ruido, incluso dentro del campo de los ultrasonidos. Para ellos el oído es muy importante: si la vista les puede salvar del ataque de un ave rapaz, el oído es imprescindible para oír el silbido de las serpientes o los crujidos producidos por otros predadores, frecuentes en su hábitat natural. En la oscuridad de la madriguera, este sentido también tiene una importancia fundamental. Gran parte de las relaciones entre la madre y los bebés se producen a través del sonido. Los pequeños emiten un leve pitido, a veces con ultrasonidos, mediante el cual comunican a la madre sus necesidades: hambre, frío, dolor, miedo, etc. También para comunicarse con otros hámsters lo hacen por medio de sonidos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario